Tristemente las petunias van cerrándose de nuevo.
Oye el silbido del viento que se cuela en el tejado.
Va mutando todo afuera como parte de este juego,
el fresco se va sintiendo, el rumor está apagado.
Los jardines, ayer verdes, hoy lucen descoloridos
Los pájaros y abejorros no sobrevuelan los prados
Todo queda preparado para el dominio del frío
y tú y yo no estamos ya, bajo el manzano, acostados.
El astro rey que se apura a caer allí, a lo lejos
con un horizonte triste, lo corta el acantilado.
El lago que se congela ya no regala reflejos.
Como un cuento que se acaba ¿en verdad hemos amado?
Verano ayer, hoy invierno, el amor ha terminado…
Hace frío y, puedes verlo, no estamos enamorados.
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